La “petite mort”, o el insondable orgasmo femenino…
Así se define a los escasos segundos en que la mujer pierde
la conciencia extasiada.
Algunos dicen que es una simple invención freudiana.
Otros, que es una exquisita inconsciencia. Pero, ¿cómo son estos orgasmos con
los que muchas dicen haber rozado con la muerte?
“Sentí que la corriente se extendió más profunda y por más
tiempo que los orgasmos que había sentido antes. Con todo el cuerpo apretado,
en segundos pensé que iba a reventar de placer y que un extraño silbido me dejó
sorda por momentos. Entre el temor y las ganas de calibrar ese viaje en que
sentía que me desdoblaba, simplemente me dejé llevar. Esa noche, me embarqué en
una ausencia de mí misma que me llevó lejos.
Me apreté fuerte de su espalda y sentí una explosión intensa
que partía del clítoris hasta el estómago, y no dije nada, ni respiré hasta que
vi la cara de susto de él, entonces le tuve que golpear el hombro y decir ‘está
todo bien’. Después seguí sintiendo que algo latía dentro de mi pelvis,
entendía que todo había sido diferente.
No sé si fue la química descubierta en el momento o si me
concentré más, pero en ese momento pensé que iba a morir del placer. Siempre he
sabido que hay orgasmos clitorianos, otros más de vagina, pero éste había sido
extenso y no terminó de inmediato, sino que siguió en una vibración que perduró
un tiempo, aún después de haber terminado.”
Haciendo historia, el médico obstetra Christian Thomas, del
Centro de Estudios de la Sexualidad de Santiago, cuenta que “la petite mort” es
un término que se acuñó en el siglo XIX, en una época donde se pensaba que sólo
el humano tenía estado de conciencia. Según Thomas, durante el siglo XX se
hicieron muchas elucubraciones sobre el orgasmo femenino. “Incluso, en ese
tiempo, se pensaba que el orgasmo eran auras epilépticas y que por eso las mujeres
perdían la conciencia”
Pero el doctor cree que “La petite mort” sí podría existir
porque hay muchas clases de orgasmos, distintos en profundidad y extensión. El
especialista señala cuatro tipos: “El primero y más suave es el clitoriano; le
sigue otro que llega hasta el tercio de la vagina; el tercero, considera
contracciones uterinas; y el último, más profundo, es del tipo anal. Se
reconoce porque las mujeres dicen sentir como si un péndulo se balanceara
dentro de ellas”.
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