sábado, 12 de noviembre de 2016

A MI SEGUNDA PAREJA Y MEJOR AMANTE



A MI SEGUNDA PAREJA Y MEJOR AMANTE







Todo empezó como un juego,
mis compañeras me animaron a hacerlo.
Entrar en los chats de citas es divertido,
y así empezó todo, sin comerlo ni beberlo
lancé las flechas a cupido.

Hablar con los chicos es fácil,
siempre hay muchos dispuestos,
pero si no les das lo que quieren
no esperes recibir sus afectos.

Tras un par de meses chateando,
no sé si fue el azar o el destino,
pero una noche de mayo,
tú te cruzaste en mi camino.

Empezamos a hablar y todo fue muy ameno,
durante quince días intercambiamos
canciones, fotografías y versos.

Te mostraste reacio a conocerme,
tu vida estaba ordenada y tranquila,
no tenías necesidad de complicarla
metiendo a una mujer en tu vida.

Mi tozudez logró convencerte,
y una calurosa tarde de junio
cogí el tren y fui a conocerte.

Bajé del tren y allí estabas esperando
camisa azul marino y vaqueros.
Para muchos solo un hombre más en la estación,
pero para mi, fuiste mi gran ilusión.

Cogí tu mano al instante,
Y en la comisura de los labios te di un beso.
Sentí algo que ya había olvidado,
recordé a qué saben los besos.

Nos fuimos a tu casa a pasar la tarde,
ambos íbamos con mucha ilusión,
por el camino yo ya quería besarte
y al llegar a casa entre nosotros hubo una explosión.

Comenzamos a besarnos como dos amantes
con tanta pasión que parecía que no lo habíamos hecho antes.
Nos quitamos la ropa y fuimos derechos al dormitorio.
Siete horas de sexo, pasión y frenesí,
si pudiera volverlo a hacer, te diría que si.

Esa tarde empezó todo,
pasamos dos meses haciendo el amor como locos,
pero nada es perfecto en esta vida,
y empezaron a aparecer celos y envidias.

Aun así seguimos avanzando,
despacio, muy despacio,
dos pasos al frente y uno atrás,
así pasaron 18 meses,
hasta que ya no pudimos más.

Mi entorno era demasiado complicado,
y nuestra salud se había deteriorado.
A mi se me agrió el carácter,
y como suele pasar,
la persona que más cerca tienes,
es la que lo suele pagar.

Yo siento todo el daño que te hice,
y entiendo que no lo pudieras soportar.
Te agradezco los 18 meses que me diste,
porque contigo descubrí lo que es amar.

Me diste amor, cariño y confianza,
me diste todo tu tiempo,
te entregaste en cuerpo y alma.

Yo no supe estar a la altura,
y aunque en el amor dicen que hay que estar
en las duras y en las maduras
yo te entiendo mi amor, entiendo tu postura.
Ahora empezamos otro ciclo en nuestras vidas,
te irá bien, estoy segura.

Yo nunca te olvidaré, fuiste mi segundo amor,
gracias por formar parte de mi vida,
te llevaré siempre en mi corazón,
aunque nunca se curará mi herida.

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