A MI SEGUNDA PAREJA Y MEJOR AMANTE
Todo empezó como un
juego,
mis compañeras me
animaron a hacerlo.
Entrar en los chats
de citas es divertido,
y así empezó todo,
sin comerlo ni beberlo
lancé las flechas a cupido.
Hablar con los chicos
es fácil,
siempre hay muchos
dispuestos,
pero si no les das lo
que quieren
no esperes recibir
sus afectos.
Tras un par de meses chateando,
no sé si fue el azar
o el destino,
pero una noche de
mayo,
tú te cruzaste en mi camino.
Empezamos a hablar y
todo fue muy ameno,
durante quince días
intercambiamos
canciones, fotografías
y versos.
Te mostraste reacio a
conocerme,
tu vida estaba
ordenada y tranquila,
no tenías necesidad
de complicarla
metiendo a una mujer
en tu vida.
Mi tozudez logró
convencerte,
y una calurosa tarde
de junio
cogí el tren y fui a
conocerte.
Bajé del tren y allí
estabas esperando
camisa azul marino y
vaqueros.
Para muchos solo un
hombre más en la estación,
pero para mi, fuiste
mi gran ilusión.
Cogí tu mano al
instante,
Y en la comisura de
los labios te di un beso.
Sentí algo que ya
había olvidado,
recordé a qué saben
los besos.
Nos fuimos a tu casa
a pasar la tarde,
ambos íbamos con
mucha ilusión,
por el camino yo ya
quería besarte
y al llegar a casa
entre nosotros hubo una explosión.
Comenzamos a besarnos
como dos amantes
con tanta pasión que
parecía que no lo habíamos hecho antes.
Nos quitamos la ropa
y fuimos derechos al dormitorio.
Siete horas de sexo,
pasión y frenesí,
si pudiera volverlo a
hacer, te diría que si.
Esa tarde empezó
todo,
pasamos dos meses
haciendo el amor como locos,
pero nada es perfecto
en esta vida,
y empezaron a
aparecer celos y envidias.
Aun así seguimos
avanzando,
despacio, muy
despacio,
dos pasos al frente y
uno atrás,
así pasaron 18 meses,
hasta que ya no pudimos más.
Mi entorno era
demasiado complicado,
y nuestra salud se
había deteriorado.
A mi se me agrió el carácter,
y como suele pasar,
la persona que más
cerca tienes,
es la que lo suele
pagar.
Yo siento todo el
daño que te hice,
y entiendo que no lo
pudieras soportar.
Te agradezco los 18
meses que me diste,
porque contigo
descubrí lo que es amar.
Me diste amor, cariño
y confianza,
me diste todo tu
tiempo,
te entregaste en
cuerpo y alma.
Yo no supe estar a la
altura,
y aunque en el amor
dicen que hay que estar
en las duras y en las
maduras
yo te entiendo mi
amor, entiendo tu postura.
Ahora empezamos otro ciclo
en nuestras vidas,
te irá bien, estoy
segura.
Yo nunca te olvidaré,
fuiste mi segundo amor,
gracias por formar
parte de mi vida,
te llevaré siempre en
mi corazón,
aunque nunca se
curará mi herida.
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